Esbozos de una noche triste, feminista y maradoniana

Con los ojos ardientes de lágrimas y sol, fanáticos y fanáticas se acercaron a la cancha de Argentinos Juniors en el barrio de La Paternal para despedir a Diego Maradona, quien fuera jugador del Bicho. Entre elles, había mujeres feministas que manifestaron lo que les sucede con esa figura contradictoria.

Fotos y texto: Rocío Tursi, Melisa Petrella 

“No hay nada más patriarcal que decirnos entre nosotras en qué tenemos que creer”.  Natacha (derecha)

“Nunca le agradecí nada a mi vieja, lo único que le agradecí es esta pasión por el Diego”. Daniela (izquierda)

Natacha de Floresta y Daniela de La Paternal son militantes del PCCE, trabajan en la Villa 31 y se consideran feministas.

“Cómo mujer siempre lo cuestione, pero también sabiendo que como símbolo del pueblo dejó cosas que no dejó nadie. Vino de la nada, consiguió todo y nunca se olvidó de eso, siempre le hizo frente a los poderosos siendo fiel a sus convicciones. Un ser humano puede tener visibilidad y poder, pero no puede ser feliz sin disfrutar de las cosas simples. Soy muy futbolera, no digo que haya que pasar por alto lo que hizo pero en todo hay grises, no podemos seguir pensando que algo está bien o mal”.

Paula de La Paternal (comisión de Género y Equidad de Argentinos Juniors)

“Cuando vino a la cancha de Huracán no lo quise aplaudir por sus acciones. Pero para mí Maradona es fútbol, es pueblo, no podés no quererlo. Estuve en la plaza y me emocionó que no había distinción entre los diferentes equipos. No me cancelen al Diego”.

Sol

“Como mujeres siempre nos tenemos que justificar por todo, estoy harta de justificar por qué el Diego significa tanto para mí. El patriarcado también afecta a los varones y él es un ejemplo de eso. El Diego nació en la villa y se formó en un deporte que principalmente es un negocio, de no tener para comer pasó a ser el rey del mundo. ¿Qué podemos esperar? Se lo condena siempre por ser el Diego y la verdad que nos dejó muchas más cosas que otros varones futboleros. Nunca se olvidó de los pobres, y nos dio la sensación como pueblo de que podemos hacer lo que soñamos sin importar de dónde venimos”.

Paz

“Diego es el pueblo. Cuando se murió yo estaba en una reunión y una piba dijo que le caía mal por lo que le hizo a las mujeres, creo que leerlo así es sacarlo de contexto, él es hijo de su época y lo podemos criticar como criticamos a cualquier otro varón. Me parece que Diego es un montón de Diegos, no es uno solo y te podés identificar con uno o con los miles de Diegos que hay en su historia. Un cuerpo no puede tanto”.

Rocío de Villa Ortuzar (izquierda)

“Para mí es el más humano de los dioses y como feminista nos invita a habitar nuestras contradicciones. No podemos obviar que sus formas son estructurales, sabemos que el machismo es un problema cultural y social. También pienso que este feminismo purista que está intentando ponerse la gorra con el sentimiento del pueblo es clasista y lo juzga porque él era un cabecita negra. Hay que leerlo en su contexto, no olvidemos que también sufría una enfermedad”.

Begoña de Agronomía (derecha)

“El feminismo es un proceso colectivo que también sirve para hablar de placeres, goces y contradicciones. Antes éramos pocas, ahora que somos muchas podemos dar este paso como colectivo de asumirnos maradonianas y poner en valor nuestro deseo, porque eso es feminismo y también lo es estar donde está el pueblo”.

Camila de La Paternal 

“Hay 10 millones de villeros peleándose por jugar con su camiseta sin tener nada y soñando ser todo. De la gente que te hizo feliz nunca te olvidas. ¿Quiénes somos nosotras para decirles a esas mujeres de barrio que sacaron violentos de sus casas a quien llorar? ¿Cuándo nos vamos a acercar a las pibas en vez de hablar por ellas?”.

Julieta de Lanús

 

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